El Plan MOVES III ha dado un fuerte empujón a la venta de motos eléctricas. Es normal, ya que supone una importante ayuda para dar el paso a un tipo de movilidad más ecológica, eficiente y económica. Sin embargo, muchos conductores mantienen sus dudas en torno a la autonomía real de este tipo de vehículos. ¿Eres uno de ellos? Pues presta atención. Aquí vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre este concepto.
La autonomía, un factor clave en la decisión de compra
La autonomía máxima de una motocicleta eléctrica se define como el número de kilómetros que el vehículo es capaz de recorrer con una carga completa de su batería. Evidentemente, seremos capaces de realizar trayectos más largos cuanto mayor sea.
Esta es la razón por la que, en estos momentos, la primera pregunta que hacen la mayoría de interesados en comprar una moto eléctrica tenga que ver con la autonomía. Esto es algo que sucede también entre quienes desean adquirir un coche eléctrico.
De hecho, el tiempo que tarda en acelerar de 0 a 100, los CV de potencia o, mejor dicho, los kW de potencia (en las motos eléctricas no se emplea la misma unidad que en las de combustión interna) son factores que pasan a un segundo plano. Algo absolutamente impensable en otros segmentos del mercado.
¿De dónde proceden los datos de autonomía ofrecidos por los fabricantes?
Actualmente, los fabricantes están obligados a ofrecer el dato de la autonomía de las motos que comercializan siguiendo los estándares del ciclo Worldwide Harmonised Light Vehicles Test Procedure (WLTP). Este sustituyó al New European Driving Cycle (NEDC), que demostró no ser el más fiable en condiciones reales.
Sin embargo, aunque el WLTP sea más preciso, no podemos decir que ofrezca datos exactos, sino aproximados. No es algo que debería extrañar a nadie, ya que las circunstancias en las que se lleva a cabo la conducción, así como el estilo de pilotaje del usuario, son factores muy influyentes en la autonomía.
Sin embargo, no son los únicos. También hay que tener en cuenta:
- El número de pasajeros. La autonomía será inferior si viajan dos personas en lugar de una.
- El peso de los pasajeros. De igual modo, una diferencia de 10, 15 o 20 kg va a afectar a la autonomía de las motos eléctricas.
- La cantidad de carga. No es lo mismo viajar con el cajón de almacenamiento lleno que vacío.
- La velocidad del viento. Cuando sopla en contra, el motor eléctrico tendrá que hacer un esfuerzo mayor para avanzar, lo que se traducirá en más gasto de energía y en una reducción de los km de autonomía.
- El estado de la carretera. El firme en mal estado ofrece mayor resistencia a la rodadura y, por tanto, implica mayor gasto de energía.
- La temperatura ambiente. De igual modo, el frío intenso puede hacer que el modelo eléctrico vea reducido su número de kilómetros de autonomía.
¿Cómo se calcula la autonomía de las motos eléctricas?
Por desgracia, los fabricantes no pueden predecir la mayoría de estos factores a la hora de determinar la autonomía real de sus motos eléctricas. Por ello, lo que hacen es comprobar cuál es el número de kilómetros que es capaz de recorrer cada modelo a una velocidad estable.
Por ejemplo, la Arena Liberare, nuestra moto eléctrica equivalente a un ciclomotor equipada con baterías extraíbles, puede recorrer hasta 90 kilómetros a una velocidad máxima de 45 km/h. En cambio, la Arena Rena S alcanza los 70 kilómetros de autonomía a 85 km/h. Este modelo es equivalente a una 125 cc, al igual que la Arena VT3. Este modelo, el de mayor tamaño de nuestro catálogo, alcanza los 90 kilómetros de funcionamiento continuado a 90 km/h.
Sin embargo, como ya hemos dicho, los factores que citamos anteriormente afectan a la autonomía, lo que puede hacer que se vea notablemente reducida.
El freno regenerativo, un elemento clave para elevar la autonomía de las motos eléctricas
Al contrario de lo que sucede con las motos de combustión interna, el gasto energético de las motos eléctricas es inferior en ciudad que en carretera. Al menos, respecto a aquellas que tienen marchas. Esto se debe, fundamentalmente, a dos factores.
El primero de ellos es que el motor solo demanda energía a la batería cuando el usuario aprieta el acelerador. Es por este motivo que la autonomía real de las motos eléctricas suele medirse también en “kilómetros de aceleración”. Esto no sucede en las motos de gasolina, que siempre necesitan tener el motor revolucionado aunque no se les dé gas (el “ralentí”).
El otro factor a tener en cuenta es la frenada regenerativa. En concreto, lo que hace esta tecnología es absorber la energía generada al pulsar la palanca de freno y, después, convertirla en energía eléctrica que se almacenará en la batería.
Evidentemente, las frenadas son mucho más habituales en entornos urbanos que en carretera. Esto es debido a la presencia de pasos de cebra, cedas el paso, señales de stop, semáforos, etc. Esto, unido a que la velocidad máxima está limitada a 50 km/h, hace que las motos eléctricas siempre ofrezcan mayor autonomía en entornos urbanos que en autovía.
Por ejemplo, en este tipo de situaciones, nuestras motos eléctricas pueden superar fácilmente los 100 km de autonomía. El problema está en que la mayoría de usuarios hacen un uso mixto, lo que dificulta mucho la tarea del cálculo.
¿Cuáles son las motos eléctricas con más autonomía del mercado?
La preocupación de los usuarios en lo que respecta a la autonomía de las motos eléctricas se ha trasladado, lógicamente, a los fabricantes. Al fin y al cabo, tienen la necesidad de satisfacer sus demandas para vender mayor cantidad de modelos.
Esta es la razón por la que, hoy en día, la mayor parte de los esfuerzos en innovación, desarrollo e investigación están centrados en mejorar la autonomía de las motos eléctricas. Y, la verdad sea dicha, lo están consiguiendo. Los modelos de alta gama, gracias al uso de baterías de 17,3 kWh y sistemas de frenada regenerativa extremadamente eficientes, son capaces de superar los 360 kilómetros. Incluso ya se ha conseguido derribar la barrera de los 400 kilómetros.
En definitiva, medir la autonomía real de las motos eléctricas es prácticamente imposible. Esto se debe a que hay muchos factores que influyen en el rendimiento de las baterías que los fabricantes no pueden controlar. Es cierto que los estándares de medición cada vez son más precisos, pero aún queda bastante camino por recorrer.
Lo que está claro es que, en estos momentos, casi todos los modelos del mercado brindan autonomía suficiente para varios días.
No olvidemos que, en España, cada conductor de moto recorre una media de 23 kilómetros al día.