1996, Colonia. Ese año, con motivo de la celebración del Salón Intermot, Peugeot dio a conocer una moto 100 % eléctrica. La llamó Scoot’elec y llamó la atención de todos los presentes. Los esfuerzos de la marca hicieron posible que, en 2009, fue el primer modelo de este tipo en ser producido en masa y vendido al gran público. Por cierto, con una buena dosis de éxito.
Pero ¿por qué decimos esto? Muy sencillo. Resulta sorprendente que, aunque llevemos casi 15 años familiarizados con los vehículos eléctricos (el Nissan Leaf, primer coche 100 % eléctrico comercializado en España, salió a la venta en 2010), todavía sigan circulando mitos sobre las baterías que equipan. Aquí nos hemos propuesto desmontarlos todos.
Mito Nº 1: las baterías eléctricas tienen una vida útil muy corta
Sentimos decirlo, pero esto es rotundamente falso. La mayoría de usuarios tiende a pensar que la vida útil de las baterías de las motos eléctricas es similar a la de la equipada en un teléfono móvil. Sin embargo, a pesar de usar litio como componente principal, es muy superior. La prueba nos la ofrece el Nissan Leaf al que hicimos referencia anteriormente. La marca fabricante asegura que todavía están en circulación sin que haya sido necesario sustituir las originales.
Pero podemos dar más argumentos para desmontar este mito. En estos momentos, la mayoría de fabricantes de vehículos eléctricos ofrecen 8 años de garantía sobre las baterías o, en su defecto, 160.000 kilómetros recorridos. Esta cobertura vencerá según lo que suceda antes. Sin embargo, hay marcas de lujo que han elevado esta cifra hasta los 10 años o, incluso, el millón de kilómetros. Resulta obvio que, si dudasen de su vida útil, no darían tales grados de protección.
Todo esto, además, sin necesidad de realizar ningún tipo de mantenimiento especial, sino dejando que cada usuario utilice su moto eléctrica como mejor le parezca. Evidentemente, hay hábitos que pueden perjudicarlas (emplear sistemas de carga muy rápida, mantener la moto detenida con el 100 % de carga, etc.), pero no son lo suficientemente notables como para notar una pérdida de rendimiento que obligue a su sustitución.
Mito Nº 2: las baterías duran menos tiempo en zonas con clima muy caluroso
En cierta medida, este mito es cierto. Hay multitud de estudios que certifican que las altas temperaturas acortan la vida útil de las baterías de litio equipadas en los vehículos eléctricos. Sin embargo, no podemos darlo por bueno, puesto que obvia una cuestión muy importante.
Actualmente, las motos y el resto de vehículos eléctricos cuentan con sistemas de refrigeración que mantienen a las baterías a la temperatura óptima para su uso. En este sentido, las protegen del calor extremo, pero también del frío intenso. Así que no es una cuestión que deba preocupar a los usuarios.
Mito Nº 3: las baterías de las motos eléctricas no se pueden reciclar
Otra afirmación completamente falsa. Cuando una batería de litio llega al final de su vida útil es posible aprovechar, según el caso, entre el 95 % y el 98 % de los materiales que la componen. De hecho, este proceso es realizado varias veces antes de que queden inservibles.
Lo que sí es cierto es que, por norma general, las celdas de litio de estas baterías no pueden ser utilizadas en el futuro en otros vehículos eléctricos. Esto se debe, fundamentalmente, a que pierden parte de su capacidad y no pueden hacer frente a una tarea tan pesada. Solo las mejores son destinadas a este uso y siempre dentro de modelos reacondicionados.
Sin embargo, sí que pueden llevar a cabo otras funciones mucho más ligeras. Por ejemplo, pueden reutilizarse dentro de sistemas de almacenamiento de energía durante otros 10 o 15 años sin ningún problema
Mito Nº 4: sustituir las baterías eléctricas cuesta más dinero que comprar una moto nueva
Hay un detalle referente a la garantía de los vehículos eléctricos que no comentamos anteriormente. Por norma general, los fabricantes realizan una revisión del nivel de carga de la batería antes de que cumpla el período de vigencia (como dijimos, se sitúa en torno a los 8 años o los 160.000 kilómetros). En caso de que haya descendido por debajo del 70 %, lo cual es muy poco habitual, proceden a su sustitución de forma gratuita.
En cualquier caso, este es un mito que tiene su origen en las primeras motos eléctricas. Por aquel entonces, estas baterías suponían una tecnología innovadora sobre la que había poco desarrollo. Además, la escasez de demanda hacía que tampoco hubiese una gran cantidad de oferta, por lo que los precios eran muy elevados.
Para hacerte una idea, el kWh dentro de una batería eléctrica, en el año 2011, rondaba los 1000 euros. Actualmente, supera por poco los 100 euros. Una tendencia a la baja que se mantiene (se prevé que en 2024 se sitúe por debajo de los 90 euros).
Mito Nº 5: en caso de colisión, la batería puede incendiarse o estallar
Todos hemos visto algún vídeo en Internet de una batería de móvil que se incendia. De hecho, hasta algunos programas de supervivencia la han mostrado como un recurso para hacer fuego en situaciones extremas. Esto se debe, fundamentalmente, a una reacción química que se produce cuando las celdas de litio son expuestas directamente al oxígeno presente en el aire. Este es el fundamento sobre el que se sustenta este mito.
Evidentemente, las motos eléctricas tienen baterías de litio y, por tanto, el riesgo de incendio existe. Sin embargo, los vehículos de combustión interna utilizan carburantes fósiles extremadamente volátiles. De hecho, es mucho más sencillo que la gasolina prenda a que se produzca la reacción entre el litio y el oxígeno que describimos anteriormente. Sobre todo, en caso de impacto. Eso sí, en caso de producirse, el fuego es mucho más difícil de apagar.
Pero ¿por qué creernos a nosotros cuando hay estudios que desmontan este mito? En 2021, según un estudio realizado por una compañía aseguradora estadounidense, la cifra de incendios en vehículos de gasolina fue de 1.529 por cada 100.000 ventas. En cambio, en el caso de los coches y motos eléctricas, se quedaba en solo 25 por cada 100.000 ventas.
Mito Nº 6: fabricar una moto eléctrica requiere más recursos que uno de combustión interna
No podemos juzgar el nivel de emisiones que genera una moto solo por la cantidad de gases de efecto invernadero y otros contaminantes que se emiten durante su fabricación. Una fase en el que las producción de las baterías eléctricas cobra protagonismo. Si fuese así, este mito sería cierto, pero no lo es. Resulta indispensable tener en cuenta toda la vida útil del vehículo.
Para que te hagas una idea, las emisiones generadas por la fabricación de vehículos eléctricos son amortizadas en un lapso de entre 6 y 24 meses, en función del número de kilómetros recorridos y del motor en cuestión. Es decir, en ese lapso de tiempo compensan el exceso de contaminación generada durante su fabricación respecto a las motosde combustión interna.
Además, es un plazo que no para de recortarse conforme la red de fabricación y distribución se vuelve más ecológica. En estos momentos, diversos informes publicados en los Estados Unidos lo cifran en un máximo de 16 meses. No olvidemos que existen planes de apoyo en prácticamente todos los países occidentales del mundo que tratan de que el coche y la moto eléctrica sean los baluartes de la movilidad en el futuro.
En definitiva, creemos haber desmontado lo suficiente todos los mitos que giran en torno a las baterías eléctricas. No podemos obviar que, en estos momentos, las motos que las utilizan son los «chicos nuevos» del parque automovilístico, por lo que es normal que exista recelo ante ellos y que los que siguen apostando por la combustión interna traten de hacerlas de menos. Por suerte, tú no serás uno de ellos tras leer este artículo.